La cirugía para mejorar la apariencia del abdomen se denomina abdominoplastia, o coloquialmente conocida como tummy tuck. La mayor parte de las/los pacientes que se presentan a la consulta solicitando este procedimiento es por cambios en el abdomen luego del embarazo/s, envejecimiento o pérdida masiva de peso por cirugía bariátrica o dieta y/o ejercicio
Las/los pacientes que ameritan de la abdominoplastia tienen una combinación de problemas como exceso de grasa, estrías abdominales, flacidez en la piel y en los músculos de la pared abdominal (diástasis de rectos abdominales).
El procedimiento permite una corrección importante de los problemas antes comentados en la mayor parte de los casos y el resultado se mantendrá o incluso mejorará si hay cambios en el estilo de vida como realizar ejercicio y alimentación adecuada.
Algunas de las indicaciones para realizar la abdominoplastia son tener un peso corporal aceptable (Índice de Masa Corporal menor a 30 Kg/m2) y maternidad satisfecha.
La cirugía consiste en retirar el exceso de piel, incluyendo la mayor cantidad con presencia de estrías; corregir la flacidez del abdomen por medio de una plicatura de los músculos rectos abdominales; mejorar la apariencia del ombligo; y retirar el exceso de grasa, cuando es necesario, por medio de la liposucción.
La/el paciente debe tener presente que la mejoría en la apariencia del abdomen será a expensas de crear una cicatriz que recorrerá toda la superficie anterior del abdomen, ocultándose sobre un pliegue abdominal y que siempre estará cubierta por la ropa interior o el traje de baño.
.El tummy tuck se puede realizar junto con otros procedimientos como lipoescultura, corrección de una hernia umbilical, aumento de mamas con implantes, mastopexia y/o gluteoplastia con injerto graso o implantes.
Las medidas luego de la cirugía incluyen los cuidados, o no, de drenajes (de acuerdo a la preferencia del cirujano), consumo de medicamentos para el dolor y antibiótico, comenzar a caminar lo más pronto posible luego de la cirugía, mantener una ligera flexión de la espalda al ponerse de pie, uso de medias de compresión en las piernas y una prenda corporal especial por algunos días, aplicación de anticoagulante inyectado (de acuerdo al criterio del cirujano), consumo adecuado de líquidos, curaciones de la herida y retiro de los puntos.
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